Cuídate con el fisioterapeuta

La definición del diccionario de autocuidado es el cuidado de la salud que usted se proporciona a sí mismo, a menudo sin la guía o ayuda de un profesional de la salud. Un ejemplo típico de esto es tomar medicamentos para el dolor sin receta.

En los últimos años, el significado de «autocuidado» ha cambiado, y se utiliza cada vez más en la televisión y en las noticias. Por «autocuidado», ahora nos referimos a cualquier cosa que pueda hacer para alinear su mente y su cuerpo y mejorar su bienestar mental y físico. Muchos consejos de autocuidado tienen como objetivo evitar futuros problemas de salud.

Aunque el término «autocuidado» se está volviendo más popular, es más que una simple palabra de moda. He aquí por qué el autocuidado es importante. Los estudios muestran que tomarse un tiempo para cuidarse, que puede ser de tan sólo 20 minutos al día, puede mejorar las relaciones personales, la salud mental, el bienestar físico e incluso puede conducir a un aumento de los ingresos.

Pero, ¿por dónde empezar con el autocuidado? Si alguna vez has consultado a un fisioterapeuta, sabes que a los fisioterapeutas les apasiona la atención sanitaria preventiva, así que aquí tienes 4 consejos de autocuidado aprobados por los fisioterapeutas que puedes hacer en casa.

Ponte activo (¡y mantente activo!)

Cualquier actividad física es mejor que ninguna actividad. Haga pequeños descansos a lo largo del día para estirarse y caminar. El movimiento es la forma en que el cuerpo mantiene lubricadas las articulaciones, y usted necesita esta lubricación para evitar la rigidez y mantener el movimiento suave de las articulaciones. No sólo eso, sino que la actividad diaria puede reducir el riesgo de desarrollar osteoartritis más adelante en la vida.

Las Directrices de Actividad Física recomiendan hacer 150 minutos de ejercicio a la semana, lo cual es sólo 20 minutos al día. Se ha demostrado que el ejercicio regular mejora tanto la salud física como el bienestar mental. ¿No tienes tiempo para hacer ejercicio? Intente dividir su entrenamiento en incrementos más pequeños de 10 minutos.

Escuche a su cuerpo

¿Alguna vez has oído la frase «sin dolor no hay ganancia»? Bueno, eso no es necesariamente cierto. El dolor es la forma que tiene tu cuerpo de decirte que vayas más despacio. Usa el dolor como una señal para bajar la intensidad o frecuencia del entrenamiento y no lo presiones. Empujar a través del dolor puede causar lesiones y limitar tu progreso a largo plazo. Permítete ir más despacio y detente si es necesario.

Duerma y descanse lo suficiente

Al igual que es una mala idea empujar el dolor, también es contraproducente agotarse. Permita un tiempo de inactividad en su día, planee períodos de descanso y asegúrese de dormir lo suficiente por la noche. Si presionas demasiado un día o te quedas despierto hasta muy tarde, te arriesgas a no poder estar activo al día siguiente.

Respire, relájese y no se estrese

El estrés puede tener todo tipo de efectos dañinos en su cuerpo. Para combatirlo, tome unos momentos para sentarse tranquilamente y concentrarse en su respiración. Esto por sí solo puede ser muy relajante y ayudar a disminuir su estrés. También puedes probar una forma de respiración más profunda llamada respiración diafragmática.

Pensamientos finales sobre el autocuidado

El autocuidado demuestra que las pequeñas cosas que hacemos para cuidar nuestro bienestar físico y mental pueden tener impactos reales y medibles en la salud.

Si estás luchando contra el estrés, el dolor crónico o la fatiga, un fisioterapeuta puede ayudarte.