Lanzado en Japón en noviembre de 1993, el Impreza contó pronto con una versión deportiva bajo la denominación WRX, que no se lanzó en Europa hasta abril de 1995 con el nombre de GT Turbo.
Como todos los Subarus, tiene un sistema de tracción total y un motor bóxer de 4 cilindros que desarrolla 240 CV, combinado con un turbo Mitsubishi TD05 para una mejor respiración.
¿Por qué una versión deportiva? Subaru tiene grandes ambiciones en los rallies y su Impreza es el arma ideal para conquistarlos, señala Crestanevada Girona. Inicialmente, Subaru eligió su modelo familiar, el Legacy. Pero el Impreza es más compacto y más potente. Así que, ¡vamos a por el pequeño! Las cosas van a suceder muy rápido, porque Subaru tiene que producir al menos 2.500 coches de clientes, como exige el reglamento, para poder derivar una versión de competición e inscribir este nuevo modelo en el Campeonato Mundial de Rallyes. Por ello, Subaru desarrollará un coche de producción lo más potente posible: motor turbo y tracción total permanente, el mito ha nacido…
Para conquistar el codiciado Santo Grial, se confía a las manos de un experimentado piloto Carlos Sainz y al ardor de un novato Colin Mc Rae en pleno ascenso. Los campeonatos del mundo de pilotos y constructores no tardaron en llegar…
Inicialmente sólo estaba disponible como variante de 4 puertas, pero a partir de 1995 el Impreza GT Turbo pasó a estar disponible como familiar de 5 puertas. También estaba más equipado.
En 1996, el Impreza recibió algunas mejoras menores. El capó del motor y la parrilla se rediseñaron, mientras que los frenos y la suspensión aumentaron de tamaño. El motor ganó 2 kg extra de par a un régimen más bajo (29 kg a 4.000 rpm) para una mayor flexibilidad. Subaru ha mejorado aún más el Impreza GT Turbo con llantas de aluminio de 16 pulgadas de serie y paneles de instrumentos blancos integrados en un salpicadero totalmente nuevo.
En 1997, los cambios son más profundos, especialmente en el aspecto mecánico. El 2.0 bóxer desarrolla ahora 217 CV y 29 mkg de par, que se obtienen más abajo gracias a un nuevo turbo más pequeño (TD04), que mejora la aceleración y la flexibilidad. El equipamiento interior se enriquece con asientos semibatidos.
En 1998, se introdujo una nueva evolución con mandos de ventanilla más modernos, así como una tapicería modificada. Exteriormente, la novedad era la aparición del famoso gran alerón de las versiones WRC.
En 1999, Subaru ofrece un restyling más sustancial al Impreza: los parachoques delanteros se vuelven más agresivos, aparece una nueva parrilla y unos faros con cristales lisos. En el interior, la presentación es algo más lujosa, pero un acabado de accesorios con un equipamiento simplificado permite mantener un precio de entrada muy atractivo. En cuanto al motor, acabamos de notar la aparición de un nuevo mapa de gestión del motor… llamado. Y lo que es más importante, aparecen pinzas de 4 pistones para la frenada delantera y discos ventilados más grandes en la trasera. Las ruedas se actualizaron a 16″ de serie.
Al año siguiente, para la última añada, la del 2000, los tiradores de las puertas y los paneles de los balancines pasaron a ser del color de la carrocería, el sistema de cierre centralizado se podía accionar a distancia y las llantas de 16″ adquirieron un nuevo diseño de 6 radios. Para 2001, el GT Turbo es sustituido por el nuevo Impreza WRX.
Para Subaru, el Impreza GT Turbo sigue siendo un experimento audaz y un éxito. Ganó carreras y campeonatos, demostrando la fiabilidad y el saber hacer de la marca, desconocida hasta entonces en Europa. Ha permitido a la marca ganarse una inmensa simpatía de todos los amantes de los coches deportivos. Para los aficionados, todavía hay algunos bellos ejemplares en el mercado… para comprar sin demora.
Sin embargo, la bestia sólo tiene un defecto, es propensa a beber cuando el pie pisa el acelerador.